Tengo una extraña e incontrolable no sé si costumbre o necesidad (o qué) de, cuando veo algo (por algo entiéndase una creación de alguien) que me gusta, si hay una dirección, escribo. Desde chica me pasa esto. He mandado cartas. Y con la era del mail, no sé si decir que se potenció, pero sí fue mucho más simple. Una postal, una columna en un programa de radio, una revista, un sitio web… escribo. Escribo porque creo que si yo fuera la persona creadora detrás de la obra, me gustaría que me hagan llegar opiniones. Y así “conocí” o tuve oportunidad de intercambiar letras con gentes que quizás no son muy conocidas ni famosas ni salen en la tapa de Gente (gracias a… dios?), pero que enriquecen la vida de cualquiera.