- Catarata again -

La cosa fue más o menos así.
A los 18 años me enamoré, mal, perdidamente, locamente, etcmente. Esto ya lo conté en otros posts, pero como dice Mirta, “el público siempre se renueva” (?). So here we go again.
Entonces, estábamos en que me enamoré. Y eso que no quería eh… yo me resistí. Pero bueno, fue más fuerte que yo. No sirve de mucho enamorarse de alguien que no está enamorado de vos, pero de todas maneras, yo aprendí demasiadas cosas en escasos siete meses, quizás podría decir un año. Muchas de las cuales eran sobre mí misma. Y otras, de la vida en general. Y algunas cosas que aprendí, las estoy revisando hoy día. Me parece que no eran tan ciertas. Pero bueno, viste que el amor es ciego y todo eso. El tema es que yo, papanata, no me di cuenta (o no quise admitir) que estaba enamorada hasta que todo se fue al carajo. Se, soy jodida. Entonces es tal cual dicen, no te das cuenta de lo que tenés hasta que lo dejás libre y no vuelve (no era así, pero bueh). Porque en realidad sí volvió… pero obviamente no porque estuviera enamorado. Y así, desde ese momento, fue todo igual. O más o menos parecido. En algún momento cambiale el nombre, en otro sólo el signo zodiacal o el cuadro de fútbol. O a veces ni siquiera hace falta eso. Todo muy igual siempre igual igual igual a qué? No sé.

Entonces, el problema es el otro, o es el uno?
Yo lo único que pretendo es poder entender lo que pensás. Claro que primero debería saber QUÉ cuernos estás pensando. Y entender por qué, cuánto menos pedís, menos te ofrecen.