Y pensar que te escribí letras y palabras y hasta frases enteras que hoy parecen casi no tener sentido creo que no lo tienen porque siento que nada sentimos más que el sinsentido. Cuánto lo siento.
Y pensar que pasamos esos ratos tan rotos por partes y nos encontrábamos para desencontrarnos porque siempre te ibas y siempre me quedaba y después volvías, o volvía yo y era nada en realidad esa vuelta de vuelta de todo devuelta.
Y pensar que pensé y pensé y pensaba y por lo visto hoy sigo pensando y no pienso por pensar que pensabas en mí cuando en realidad nunca debés haber pensado más que en vos para evitarte pensar en los que pensaban en vos.
Cuánta palabra al pedo.