Resulta que el martes, me bajo del subte en Constitución a eso de las 22 hs. Cuando paso los molinetes y estoy por meterme en el pasillo de la izquierda, veo a un chico parado ahí, medio extraño. Pero en Constitución hay muchos chicos, entonces uno está acostumbrado ya. De repente se me acercan dos nenas, una de cada lado, y me piden insistentemente una moneda, a lo que respondo que las que tengo las necesito para viajar... salgo del subte, y cuando subo al tren, una señora me avisa que tengo el bolsillo de la mochila abierto... claro, miro, y me faltaba la billetera. Mucha bronca, no por la plata (no tenía mucha tampoco) sino porque en la billetera tenía el registro y el carnet de la obra social... el carnet puedo pedir otro, pero el registro tengo que pagarlo de nuevo, ir a hacer el trámite, esperar a que me lo entreguen... (cosa que ya había hecho en el 2003 cuando me habían robado la billetera también) en fin, un bajón. Con mucha bronca llego a mi casa y le comento a mi padre lo sucedido, y bueno, que haga la denuncia, etc etc. Al otro dia, ni tiempo de hacer la denuncia.
Por la noche me llama Sofi desesperada, pensando que me habían matado porque la llamaron de la Comisaría preguntando si me conocía (yo en la billetera tenía el nº de su celular anotado en un papelito).
Gracias a Sofi y al Ayudante Lopez de la Comisaría 1º sita en Lavalle al 400, recuperé mis pertenencias (obviamente no el dinero, pero sí mi registro, mi carnet de la obra social, y otras boludeces que tenía en la billetera).
Gracias a Sofi y al Ayudante Lopez de la Comisaría 1º sita en Lavalle al 400, recuperé mis pertenencias (obviamente no el dinero, pero sí mi registro, mi carnet de la obra social, y otras boludeces que tenía en la billetera).
Moraleja: cuidarse más de aquellos que son descuidados por los gobiernos.