“me bajo en la próxima” (o “no me subo máaas!”)
He decretado oficialmente que el 85 no es ni nunca será mi línea de colectivo favorita.
¿Puede ser que, cuando más apurada estoy, salgo de casa y cuando estoy cerrando la puerta veo el maldito 278 que me pasa por delante de las narices y yo no llego a la parada?
El otro día me quedé dormida en el 37 dos veces en un mismo viaje, cabeceé dos veces, y dos veces me golpeé la cabeza contra el marco de la ventana abierta. Me salió un chichón.
No, no y no! No puede ser que cada vez que espero el 79, tarda más de 20 minutos en venir y en el interín pasan dos 74 y tres 160 seguidos, y cuando espero el 74, al toque pasa un 79. Y ni hablar de cuando espero el 85. Ése hijo de p…