Post trasnochado...
-juro que posteo, vacío la papelera de reciclaje y me voy a dormir
-no mientas, hija de puta, si seguro cuando subas a tu cuarto vas a prender la radio y empezás a hacer zapping hasta que encuentres algo que te gusta y así evitás ese momento de apoyar la cabeza en la almohada y darte cuenta que te cuesta más dormirte que...
-no, no, si estoy re cansada, quiero estar en mi cama tapadísima y con los ojos cerrados sin pensar en nada de nada...
-pelotuda, a mí me venís con eso, si sabés que vas a dar vueltas en la cama hasta que te dejás de engañar y apagás la radio porque no te deja dormirte, pero en realidad lo que no te deja dormirte no son las voces que salen del aparato, sino las de tu cabecita loca que no para de maquinar ni un instante...
-no, pero..
-y encima, si conseguís dormirte, seguro soñás alguna boludez, porque claro, tu señor cerebro se cree tan importante que ni ahí deja de laburar, y al otro día te vas a torturar buscándole un significado a ese sueño pedorro en que huís vestida con el uniforme de colegio de ese chico de 26 años que no sabés por qué se acuerda de vos sólo después de un tiempo considerable, o vas a realizar en sueños esa maldita condensación de la que hablaba Freud, y vas a soñar con los dos autos de ese pibe que te dejó el año pasado, pero los dos en uno...
-pero sí existe el Escort “rural”!
-sí, nena, pero es una reverenda boludez y encima...
-bueno, bueno, ya... no me hagas perder los estribos (si seré yegua, que hasta estribos tengo), y andate un poquito a la re puta madre que te re mil parió.
-no mientas, hija de puta, si seguro cuando subas a tu cuarto vas a prender la radio y empezás a hacer zapping hasta que encuentres algo que te gusta y así evitás ese momento de apoyar la cabeza en la almohada y darte cuenta que te cuesta más dormirte que...
-no, no, si estoy re cansada, quiero estar en mi cama tapadísima y con los ojos cerrados sin pensar en nada de nada...
-pelotuda, a mí me venís con eso, si sabés que vas a dar vueltas en la cama hasta que te dejás de engañar y apagás la radio porque no te deja dormirte, pero en realidad lo que no te deja dormirte no son las voces que salen del aparato, sino las de tu cabecita loca que no para de maquinar ni un instante...
-no, pero..
-y encima, si conseguís dormirte, seguro soñás alguna boludez, porque claro, tu señor cerebro se cree tan importante que ni ahí deja de laburar, y al otro día te vas a torturar buscándole un significado a ese sueño pedorro en que huís vestida con el uniforme de colegio de ese chico de 26 años que no sabés por qué se acuerda de vos sólo después de un tiempo considerable, o vas a realizar en sueños esa maldita condensación de la que hablaba Freud, y vas a soñar con los dos autos de ese pibe que te dejó el año pasado, pero los dos en uno...
-pero sí existe el Escort “rural”!
-sí, nena, pero es una reverenda boludez y encima...
-bueno, bueno, ya... no me hagas perder los estribos (si seré yegua, que hasta estribos tengo), y andate un poquito a la re puta madre que te re mil parió.