Justo ayer, en uno de esos intentos de escapar de las obligaciones (que siempre consigo llevar a cabo, maldita yo), salí del Banco Provincia de Buenos Aires y en vez de enfilar hacia la estación y tomarme el tren para ir a la clase de Alemán, caminé (automática pero decididamente, pues mi cerebro ya lo tenía todo planeado sin darme tiempo siquiera a darme cuenta) hasta el videoclub de la otra cuadra (cuánto tiempo sin entrar!) y empecé a mirar los títulos, buscando Bowling For Columbine (no puedo no haberla visto aún), pero no la encontraba, y como no iba a preguntarle a la chica que atiende porque es demasiado pedante, seguí mirando y en un estante encontré "Good Bye Lenin," que tampoco la ví y me la recomendaron (y era como una extensión de la clase de alemán a la que arbitrariamente había decidido no ir), pero una comedia de Adam Sandler (ídolo indiscutido) que no había visto (¿¿cómo puede ser?? aahh es relativamente nuevita) me hechizó (mentira, porque la foto de la tapa era re pedorra, pero el hecho de que la protagonizara Mr. Sandler era lo que me atrapaba, gosh! he makes me laugh so)... Entonces, como necesitaba más reír que suplir una clase de alemán, me llevé esa... y me fuí a casita, y la ví y me reí... no mucho, pero bastó...
Epílogo: Todavía no ví Bowling for Columbine, ni Good Bye Lenin. Fuck.
Epílogo: Todavía no ví Bowling for Columbine, ni Good Bye Lenin. Fuck.